Mamá, eres capaz de cosas extraordinarias, pero eso no te obliga a trabajar en soledad. Haces malabares con una multitud de responsabilidades, desde cuidar a tu familia hasta administrar tu hogar, todo mientras duermes lo mínimo. Sin embargo, a pesar de tus capacidades de superhéroe, no es necesario que lo cargues solo.
Mi esposo a menudo se comunica conmigo mientras me ocupo sola de las tareas de crianza y me pregunta: "¿Me necesitas?". Si bien aprecio el registro, lucho con esta pregunta. En mi opinión, sólo debería buscar su ayuda en mis puntos de ruptura. ¿Pero por qué dejar que llegue tan lejos? ¿Por qué no contar con el apoyo amoroso de una pareja dispuesta a compartir la carga? Mis razones para tratar de manejar las cosas por mi cuenta provienen del orgullo y del deseo de control.
Acepté todo tipo de apoyo cuando Sophia era recién nacida, reconociendo los beneficios tanto para mí como para mi bebé. Vivir en la propiedad de mis padres me brinda apoyo adicional en el día a día, pero mi experiencia como padre solo sin familia a mi alrededor me inculcó un sentido de autosuficiencia, que ahora hace que pedir ayuda se sienta como una debilidad. Constantemente me recuerdo a mí mismo que no estamos destinados a ser padres solos y que se necesita todo un pueblo. Sophia merece una madre que la albergue en un pueblo que la apoye para poder criarla en un hogar feliz, amoroso y estable. Otro hecho importante que me recuerdo es que Sophia también es hija de mi marido. Él merece la oportunidad de ser padre y saber cuánto lo necesita nuestra familia, en lugar de verme monopolizando las tareas de paternidad e insistiendo en que puedo hacerlo todo yo solo.
Más allá de mi orgullo, mi necesidad de control me impide buscar o aceptar apoyo. Por ejemplo, al principio fue difícil cambiar nuestra rutina de fin de semana para permitirme descansar más. Realmente disfruto despertarme con Sophia. Ella es mi pequeño amor y es muy especial ser recibido con sus abrazos y sonrisas por la mañana. También tenemos juntos una rutina matutina completa y disfruto de la coherencia. Aun así, decidí que era mejor ser más flexible y permitirme dormir hasta tarde al menos un día a la semana. Mi esposo es totalmente capaz de despertarse, vestir y alimentar a Sophia y jugar con ella, sin mi dirección. Reconocer esto fue un paso crucial para aceptar cada vez más apoyo.
Me siento increíblemente bendecida de tener un esposo amoroso y comprensivo, y de vivir con mi familia. Ellos son mi pueblo inmediato. Además, mi círculo de mamás amigas brinda apoyo adicional, lo que nos permite compartir experiencias, ofrecer consuelo y navegar juntas la paternidad. Las visitas regulares a la casa de mis amigos les dan un respiro tanto a las mamás como a los niños. Permite que nuestros niños pequeños socialicen, jueguen y aprendan juntos, mientras que a las mamás nos brinda la oportunidad de conectarnos y no tener que ser padres solas. Si es madre soltera o vive lejos de su familia, aún puede encontrar apoyo. Te imploro que encuentres tu pueblo para no tener que cargar con el peso de ser madre en soledad.
¿La línea de fondo? Si bien posees habilidades de superhéroe, recibir apoyo no disminuye tu fuerza. No es necesario que navegues solo por la paternidad. Buscar y aceptar ayuda es un signo de sabiduría, no de debilidad. Abraza tu pueblo, es esencial para tu bienestar y el de tu bebé.
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